A MI CASA SE LLEGA PERDIENDO TODO RUMBO A PIE
Por Manuel Ruano
A mi
casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
Como
llega el pájaro de plumas esplendorosas que
nunca levantó
vuelo;
vuelo;
pero
que dejó un huevo lleno de fantasías
y
regresa el soñador por el camino soñado.
A mi
casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
Por ese
jardín donde amanecen todos los recuerdos
y
crecen las flores que no brotaron nunca.
Como en
el cuadro de una naturaleza ausente,
allí
hay una escalera que sube al mundo del adiós
y
hay otra escalera que baja a una vieja leyenda de
fantasmas.
Por mi
ventana entran las ramas florecidas
de
una planta del ensueño que no existió jamás,
y
asoman las raíces mojadas del último verano.
A mi
casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
Allí
hay un tubérculo de sol que penetra en el pensamiento.
Allí
hay un tubérculo de luna que duerme en la realidad.
Y hay
un pensamiento y una realidad colgados en
la pared,
como
cuadros de una naturaleza ausente
que no
conducen a ninguna parte;
como
piedras flotantes que escuchan el río invisible de
algún
recuerdo.
recuerdo.
Y a
cada oreja se la despoja del viento,
mientras
una garganta secreta nombra el ayer…
A mi
casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
(de
Hypnos,
Gabrielle editores, Lima, 1995)
1 comentario:
Desde que te conocí este fue siempre uno de mis poemas favoritos. Besos: Alicia
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