martes, 7 de octubre de 2014

De Hypnos...



A MI CASA SE LLEGA PERDIENDO TODO RUMBO A PIE

Por Manuel Ruano

A mi casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
Como llega el pájaro de plumas esplendorosas que nunca levantó 
    vuelo;
pero que dejó un huevo lleno de fantasías
y regresa el soñador por el camino soñado.
A mi casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
Por ese jardín donde amanecen todos los recuerdos
y crecen las flores que no brotaron nunca.
Como en el cuadro de una naturaleza ausente,
allí hay una escalera que sube al mundo del adiós
y hay otra escalera que baja a una vieja leyenda de fantasmas.
Por mi ventana entran las ramas florecidas
de una planta del ensueño que no existió jamás,
y asoman las raíces mojadas del último verano.
A mi casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
Allí hay un tubérculo de sol que penetra en el pensamiento.
Allí hay un tubérculo de luna que duerme en la realidad.
Y hay un pensamiento y una realidad colgados en la pared,
como cuadros de una naturaleza ausente
que no conducen a ninguna parte;
como piedras flotantes que escuchan el río invisible de algún 
    recuerdo.
Y a cada oreja se la despoja del viento,
mientras una garganta secreta nombra el ayer…
A mi casa se llega perdiendo todo rumbo a pie.
(de Hypnos, Gabrielle editores, Lima, 1995)


1 comentario:

Alicia M. Dellepiane dijo...

Desde que te conocí este fue siempre uno de mis poemas favoritos. Besos: Alicia