jueves, 12 de diciembre de 2013

viernes, 6 de diciembre de 2013

El Siglo XIX en la Poesía cubana

Gertrudis Gómez de Avellaneda


Nació el 23 de marzo de 1814 en la antigua 
ciudadde Santa María de Puerto Príncipe, 
hoy Camagüey (Cuba).
Su vida estuvo marcada por varias penurias: 
el fallecimiento de su padre y un casamiento 
apresurado de su madre la hicieron dejar su país 
y transladarse a Europa,
donde conoció a Victor Hugo, Chateaubriand y 
Lord Byron.
La muerte de sus dos maridos y el abandono 
de su amante, Ignacio de Cepeda y Alcalde, 
cuando estaba embarazada de una niña 
que nació muerta colaboraron con su sentimiento
depresivo y apasionado hacia el espiritismo 
y periodos de retiro religioso, aunque siempre 
contó con el apoyo de escritores
como José Zorrilla, Fernán Caballero, 
José de Espronceda, o Alberto Lista; 
también recibió las críticas de personajes como
Marcelino Menéndez Pelayo, que impidió que 
entrara en la Real Academia Española de la Lengua 
por tratarse de una mujer...
Escribió poesía, novela y teatro. 
Son importantes sus novelas
Guatimozín, último emperador de México (1846) 
o El cacique de Turmequé (1860). Su compromiso 
social se hace patente en Sab, la primera novela 
antiesclavista de las letras españolas.
Su poesía gira en torno al amor desdichado y pesimista,
característica observable en algunos de sus sonetos 
más conocidos: A él, A la poesía, publicados antes de 1841 
y recogidos en un libro de poemas en 1851. 
En el teatro, pretendió fundir la tragedia clásica
con el drama romántico pero sin caer en los excesos 
de éste, como en los dramas operísticos Saúl (1849) 
o Baltasar(1858).
Gertrudis Gómez de Avellaneda falleció en Madrid 
el 1 de febrero de 1873.