martes, 5 de noviembre de 2013

Acerca de la tarea de un antólogo de poesía




Por J. D´Alessandro

ENTREVISTA AL POETA MANUEL RUANO

¿Qué función tiene una antología? (En el caso de ser más de una, ¿hay un ranking de importancia o utilidad de esas funciones?).
Respuesta:  Una  antología es una visión a través de una ceñida selección poética que el autor estima decisiva , ajustada a un tiempo, ceñida a una época o a una o varias generaciones, que propiciaron un estilo, una conducta estética o una voluntad de renovación literaria. Lo que implicaría, de ser así, la inquietud de una o varias vanguardias. De ahí que el tiempo es el mejor antólogo. Digo esto porque el tiempo, en realidad, es el que pone en evidencia, si un texto poético considerado nuevo, es realmente nuevo o ha pasado de moda; o si un texto que se consideraba envejecido, no es más bien una revelación que sigue estremeciendo al hipotético lector, como diría Eliot.

¿A quién/es estaba orientada su antología Poesía nueva latinoamericana de 1981? ¿Qué finalidad perseguía?
Rep.:  Precisamente, mostrar las diversas expresiones poéticas latinoamericanas, que resonaban en el espectro continental americano: Nadaísmo, El Techo de la Ballena, el Exteriorismo, el Concretismo, El caimán barbudo, La poesía sorprendida, etc. Sus mejores voces. Teniendo en cuenta, eso es, las posibles influencias y las interactuaciones del lenguaje…

¿Por/para qué se incorpora al final un “fichero” de datos? ¿A qué se debe que en  el caso de su antología ese fichero sea “personal” (cfr. “Datos para un fichero personal”)?
Resp.: Son impresiones diversas que me pareció interesante sacar a luz. El fichero de datos es un artificio que se me ocurrió al concebir Poesía Nueva Latinoamericana como un “cajón de sastre”, donde se guardan los hilos, las anécdotas, las curiosidades y también los alfileres que demandan un personaje poético o una característica de grupo, etcétera, etc.
El poeta Manuel Ruano con Roberto Armijo y Ernesto Cardenal

¿Qué criterios o lineamientos sigue el antólogo a la hora de hacer una antología? ¿Hay parámetros objetivos (de algún tipo) al realizarla? ¿A qué razones responden las exclusiones que hacen?

Resp.: Antes que nada y por encima de todo, la calidad literaria. No se puede emprender un trabajo de esta naturaleza, sin tener en cuenta eso. Hay toda una escuela a propósito orientada por Ezra Pound, Thomas Eliot y W.H.Auden al respecto.
“Los buenos lectores son cisnes aún más tenebrosos y singulares que los buenos autores”, decía Borges. Y este criterio los llevé, pienso, a cabo en otras antologías. Me refiero a Cantos australes (Poesía Argentina 1940-1980); Poesía amorosa latinoamericana, o, en “Y la espiga será por fin espiga”, etcétera, etc.
               
Ud. expresa en el prólogo que llevó a cabo una “muestra” y que decidió dejar afuera “todo lo artificial”. ¿Todas las antologías son “muestras” u operan de ese modo? ¿Considera que son los mismos criterios los que sigue una antólogo para hacer una “muestra de la poesía” que para hacer un “panorama de la poesía”? ¿Y una “antología” a cuál se parecería?

Resp.:  En todo caso, un poeta es dueño de escoger sus autores preferidos. Para mí, en el caso de Poesía Nueva  Latinoamericana, fue más cómodo llamarla “Muestra” porque es más simpático que “antología” (o “antojodía”), como dicen algunos. En Argentina, por ejemplo, se editan indiscriminadamente “ladrillos literarios” como “200 años de Poesía Argentina”, lo que es un conglomerado político de su autor, más que una interpretación sana de la poesía y sus intérpretes que deje de lado los inútiles apasionamientos.

¿Pesaron sobre Ud. limitaciones de alguna índole (literaria, geográfica, editorial, etc.) al antologar la poesía latinoamericana? ¿Cuáles?

Resp.:  Las que suelen tener quienes se ven en la situación de no depender de algún poder oculto, ya sea político, financiero, editorial, etcétera, etc.  Había (en mi caso) que re descubrir voces que estaban ocultas de la mediatización oficial. Y creo, lamentablemente, que sigue siendo así.

Ud. dice en el prólogo que considera “lamentable ordenar la poesía por escuelas” y “acostumbrar” al lector “en una cantidad de grupos o tendencias que solo sirven para una aburrida y sofisticada clase de gente”: ¿Estaba hablando de la labor del antólogo o de los cuidados que hay que tener con los lectores? ¿Por qué no está de acuerdo en que el antólogo “exponga” esas clasificaciones? ¿Ud. como antólogo las usó al seleccionar autores?

Resp.:  El recopilador (a mi entender) debe mantener cierta distancia con las clasificaciones de tendencia o de vanguardia. Corre el riesgo de no ser objetivo en la selección. En realidad, debe predominar , siempre, la calidad literaria del texto.
Los peligros son muchos.

¿Existen “peligros” o “errores” posibles al hacer una antología? ¿Cuáles?

Resp.: Según la conciencia crítica de su autor. En mi caso hasta he recibido amenazas por no poner a tal o cual poeta. Sin embargo,  siempre predomina el sentido privado y personal para optar por la seriedad del trabajo.

Disyuntiva: ¿Qué es más “serio” o “riguroso” en un antólogo?
A) Uno que antologa un tipo de poesía que conoce geográfica o estéticamente y se expone a ser imparcial a través de la expresión de su gusto y conocimiento personal.
B) Uno que incluye todo tipo de poesía y en una cantidad geográficamente representativa a riesgo de incorporar autores que crea erróneamente “buenos” para un estilo o literatura nacional que en verdad desconoce.

Resp.:Me gusta más la primera opción.



¿Las antologías deberían servir (para Ud.) para “rescatar autores poco conocidos” u “ofrecer a un público más amplio los autores más consagrados”? ¿A qué fin han servido las antologías en la práctica de la segunda mitad del siglo XX?

Resp.: En mi experiencia como “recopilador” de poetas (llevo ya más de cuatro antologías publicadas, tanto a nivel internacional como nacional), me interesa más exhumar autores olvidados, raros y poco expuestos a la publicidad, etc., que puedan ser un hallazgo sorpresivo para los rastreadores literarios. Entre 1992 y 1997, edité una revista llamada “Quevedo” donde “buscaba” esas voces inquietantes de la poesía, tanto de autores conocidos como desconocidos del ámbito hispanoamericano y hasta de otras lenguas. La poesía se hermana siempre en su peso específico: la calidad literaria.


¿Se pueden antologar autores inéditos o es una contradicción a la idea de antología?

Yo creo que es preciso que se antologuen autores editados, por una razón de seriedad intelectual. Blake, decía: “El mejor vino es el más viejo, la mejor agua la más nueva”.