En la fotografía: Bertha Bilbao, la escritora Inmaculada Lergo Martín,
y el poeta Manuel Ruano.
LA VISIÓN DEL CUERPO
EN LA POESÍA
DE OLGA OROZCO
(gacetilla)
Así
tituló la escritora española Inmaculada Lergo Martín (Universidad
de Sevilla), su conferencia magistral sobre la poesía de la
argentina Olga Orozco (1920-1999), dictada en la Sociedad Argentina
de Escritores, que en el pasado tuviera como directores a figuras tan
célebres como Leopoldo Lugones y Jorge Luis Borges. Y retomando una
cita de este último escritor, el poeta Manuel Ruano1,
presentador de Inmaculada Lergo Martín2,
expresó “que no hay nada más difícil que razonar acerca de
alguien a quien se admira, agregando que, en este caso, son dos
admiraciones, la de Olga y la de Inmaculada, por haber investigado de
una manera tan profunda y prolija, la poesía y, en especial, la
poética de la autora de Toay.
Con
la asistencia de un numeroso público, la autora del libro
Territorios de Fuego para una poética, se refirió al tema
del cuerpo y comenzó su conferencia hablando sobre “la poesía
como riesgo, como exploración” y aseveró, en su primera parte:
“El propio cuerpo puede ser referencia, imagen y metáfora, objeto
de la poesía, pero también puede, de una u otra forma,
comprometerse en plenitud en el proceso de la escritura. El poemario
Museo salvaje (Buenos Aires, Losada, 1974) de Olga Orozco está
dedicado explícitamente al propio cuerpo, convoca una a una a todas
sus partes, pero son ellas también las que construyen junto con la
poeta las diversas composiciones.” En realidad, la naturaleza
lírica de Olga Orozco se refiere al cuerpo desde sus primeros
libros. En Los juegos peligrosos, por ejemplo, dice:
Yo
no entiendo esta piel con que anuncia que no estoy.
¿Y
estos ojos donde está suspendida la tormenta?
¿Esta
mirada de ave embalsamada en mitad de su vuelo?
¿He
transportado años esta desolación petrificada?
¿La
he llevado conmigo para que me tapiara como un muro la tierra
prometida?
Entonces,
este cuerpo ¿habrá estado tal vez tan lejos de la vida
como
ahora está lejos de su muerte?
En la muy densa poesía de Olga Orozco, Inmaculada Lergo, añade una
particular manera de descifrar el lenguaje y agrega: “De esta
forma, el cuerpo no es visto como una circunstancia pasajera, ni como
un instrumento útil para esta vida, ni como la materia que aprisiona
nuestro espíritu, ni como el compendio finito y total de la
existencia humana. Quiere observarlo y ver si le proporciona algunos
indicios de esa realidad que se le oculta.”
Y
concluye en su brillante exposición, citando unos versos de “Himno
de alabanza”:
¡Ah, sentidos, mis guardianes
insomnes,
refugios instantáneos en un mundo
improbable y sin fondo,
como yo!
Desde lo más profundo de mi estupor
y mi deslumbramiento yo te celebro,
cuerpo, suntuoso comensal en esta
mesa de dones fugitivos.
En síntesis, una
pieza literaria de gran envergadura que ha de gravitar por su
originalidad en la historia bibliografica y crítica de la escritura
orozquiana.
---oo0oo---
1
Manuel Ruano, es autor, entre otros libros, de : Olga Orozco,
Obra Poética (Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2000); Mirada de
Brueghel (F.C.E., México 1990) y Lautréamont y otros
ensayos (CELARG, Caracas, 2010)...
2
La Dra. Inmaculada Lergo Martín, ha publicado: Vivir en el
poema-Homenaje a Carlos Germán Belli (Editorial Point de
lunettes, Granada, 2013); La poesía contemporánea del Perú
( Sevilla, 2013), entre otros.